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HÔPITAL REYES CATHOLIQUE
Tabernas es el quinto municipio en extensión de la provincia de Almería, con un término municipal de 282 km 2. Situada a 30 km. de la capital, a 404 mts. de altitud, en la actualidad cuenta con una población de 3.703 hab.
En el corazón del único desierto de toda Europa, donde hace millones de años yacía un próspero mar tropical, hoy se erige un espacio natural protegido que parece más apropiado para el escenario de una novela épica que para la realidad. Este rincón de la tierra, marcado por una topografía escarpada y agreste, se caracteriza por sus barrancos, tallados a lo largo de milenios por las aguas de los ríos que ocasionalmente descienden de las regiones más bajas del desierto. Estas precipitaciones son un regalo raro, ya que no superan los 250 litros por metro cuadrado al año. El desierto de Tabernas se encuentra aislado de las corrientes húmedas del Mediterráneo, protegido por las majestuosas montañas de Sierra Nevada, que actúan como un escudo contra los vientos húmedos del Atlántico.
Las temperaturas en este paraje varían de manera drástica, desde gélidos 5 grados bajo cero en invierno hasta abrasadores 50 grados en los ardientes meses de verano.
En medio de esta tierra despiadada, emergen pueblos blancos que parecen surgir directamente de la arenisca dorada. Sorbas, con sus casas blancas suspendidas en el aire, se alza como un oasis inesperado en medio de este paisaje árido, un diamante en bruto en este vasto y solitario desierto.
El parque Natural Karst, en Yesos de Sorbas, es un lugar donde la magia alcanza su cúspide, un escenario único que desafía las expectativas en un entorno donde la vida florece en contra de todas las adversidades.
El desierto de Tabernas alberga una variada comunidad de reptiles, incluida la impresionante Culebra de Escalera, una de las serpientes más grandes de la península Ibérica, que se alimenta de roedores, en particular del lirón careto. Además, los escorpiones amarillos, que salen al atardecer con sus largas pinzas, son una presencia común en esta árida región.
Aves como el cuervo europeo, con su distintivo plumaje gris ceniza, y el colorido abejorro europeo, que llega desde África en verano, añaden un toque de vida y esplendor al paisaje. Por la noche, el búho real y el mochuelo común asumen su protagonismo en el escenario nocturno.
A pesar de su apariencia desolada, el desierto de Tabernas es un lugar lleno de vida, un testimonio de la resistencia y adaptación de la naturaleza en condiciones adversas. Como sucede en todos los desiertos, aquí también la vida se abre camino. Tal es la riqueza de aves de este territorio que ha sido declarado como Zona de Especial Protección para las Aves.
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Entre las majestuosas montañas, un icónico poblado cinematográfico se alza como un monumento a la magia del cine. Oasys Hollywood, Fort Bravo y Western-Leone son nombres que resuenan en el mundo del cine. Este lugar ha sido testigo de innumerables éxitos de Hollywood, no solo del Oeste americano, sino también de películas como "Indiana Jones y la Última Cruzada," "Lawrence de Arabia," "Conan El Bárbaro," y producciones más recientes como "Exodus: Dioses y Reyes." E incluso parte de la famosa serio Juego de Tronos. Un lugar donde las huellas de estrellas como Clint Eastwood se entremezclan con la autenticidad de un parque temático que transporta a los visitantes a la era dorada del cine.
La construcción de este estudio de cine a finales de los años sesenta, tras el cierre de los estudios Balcazar en Barcelona debido a la decadencia de los "spaghetti wésterns," fue un giro del destino que revitalizó la industria cinematográfica. La película "Le llamaban Trinidad" levantó de nuevo esta industria y eligió el desierto de Tabernas en España por su sorprendente semejanza con los paisajes del oeste americano.
Esta elección fue una bendición para la comarca, ya que numerosas poblaciones se beneficiaron al aportar extras y recursos para una variedad de películas, no solo del Oeste, debido a los bajos costos de producción que atrajeron a productoras de todo el mundo.
Para Almería, esta elección fue como descubrir el Dorado. La región experimentó un crecimiento significativo en hoteles, restaurantes y zonas de ocio, impulsado por la publicidad que le proporcionaron los estudios cinematográficos. El turismo, tanto de playa como de interior, floreció, brindando a la población local oportunidades de empleo y una mejor calidad de vida.
El desierto de Tabernas es, sin lugar a dudas, uno de los paisajes más singulares y cinematográficos de España. A pesar de su sequedad, este lugar se revela como un tesoro de sorpresas visuales y experiencias emocionantes que han cautivado a cinéfilos y amantes de la naturaleza por igual.
En la actualidad, el poblado cinematográfico permanece intacto, transformado en un parque temático donde los visitantes pueden explorar los escenarios y disfrutar de espectáculos ofrecidos por los dobles que participaron en las películas, donde se puede contemplar las míticas peleas de buenos contra malos, los animados bailes en un Saloon, la oficina del Sheriff, un cementerio americano, un museo de carros y un jardín de cactus entre otros. Manteniendo viva la magia del cine en este rincón único del mundo.
El Castillo de Tabernas: Vigía de la Historia en el Desierto Andaluz
En las inmediaciones de los renombrados estudios de cine, enclavado en el corazón del árido paisaje del desierto de Almería, se alza con majestuosidad el Castillo de Tabernas. Esta fortaleza, cuya función estratégica ha prevalecido a lo largo de los siglos, sirvió como un nodo crucial en las rutas de comunicación que conectaban Almería con Murcia a través del Campo de Tabernas y con Granada a través del Pasillo de Gérgal-Fiñana.
El Castillo de Tabernas, erigido sobre un montículo, es un testigo firme de la historia andaluza. Para acceder a él, se sigue un camino que parte desde la carretera que conduce a Murcia.
La historia de Tabernas se remonta a la época romana, cuando fungía como parte de la calzada que discurría a lo largo del corredor mediterráneo, alrededor de la cual florecieron asentamientos que se consideran auténticas villas romanas.
Bajo la dominación musulmana, esta fortaleza se erigió como un baluarte defensivo crucial en la Península Ibérica.
Estratégicamente situado en el paso de la vía natural que unía el sureste con el levante peninsular, Tabernas se convirtió en un enclave fundamental en las rutas de comunicación entre las provincias de Almería y Murcia.
Como cabeza de una de las divisiones territoriales establecidas por los árabes, Tabernas desempeñó un papel fundamental en la historia de la región. No obstante, su destino dio un giro en 1489, cuando los Reyes Católicos la incorporaron a sus dominios a través de un pacto, evitando así su destrucción.
El estado actual del Castillo de Tabernas es desalentador, resultado de su declive en el siglo XVII y los estragos de la Guerra de la Independencia en el siglo XIX. A pesar de ello, aún perduran los vestigios de sus torres, lienzos y su puerta de acceso, silenciosos testigos de su glorioso pasado.
A pesar de su estado de deterioro, el Castillo de Tabernas sigue siendo un lugar de acceso libre para los visitantes. Actualmente, es propiedad del ayuntamiento de Tabernas y ha sido declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. Este sitio evoca el pasado y se alza como un faro de la historia en medio de la desolada belleza del desierto de Almería, un destino que merece la atención de los amantes de la historia y la majestuosidad del paisaje desértico andaluz.
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